Clima y geografía

La República Checa (abreviada como Chequia) se encuentra en una zona de clima templado, donde los inviernos fríos siguen a los veranos cálidos. En invierno el paisaje está cubierto de nieve, pero en verano las temperaturas promedio oscilan entre 20–30 ° C (36–54 ° F). Hay muchos días secos, pero también hay lluvias intensas. La República Checa se compone de tres regiones históricas: Bohemia en las partes central y occidental, Moravia en la parte oriental y, en pequeña medida, Silesia en el noreste. La parte occidental de la República Checa ha sido siempre un destino muy visitado durante muchas décadas por sus famosos balnearios. En 1918–1992, la República Checa formó parte de la antigua Checoslovaquia, que en la actualidad ya no existe.

La gente y religión

Los checos son conocidos por ser buenos trabajadores, por su tenacidad, también por el hecho de que nunca están completamente satisfechos con los resultados de su trabajo, y porque suelen reírse abiertamente de sí mismos. En comparación con las vivaces naciones del sur, pueden parecer reservados, sin embargo, puede sorprenderle que muchos checos tengan la buena costumbre de ceder sus asientos a personas mayores o mujeres embarazadas en el transporte público. Originalmente, los checos eran una tribu eslava, pero la investigación moderna muestra que los antepasados de dos tercios de los checos actuales eran celtas, teutones, vikingos y personas de muchas otras naciones. De hecho, a la República Checa a veces se la llama la «encrucijada de las naciones».

Emperador Romano Carlos IV, Praga Josefov
Emperador Carlos IV, Praga-Old Town

En la antigüedad, la región de la actual República Checa era el área fronteriza del Imperio Romano. Fueron los romanos quienes comenzaron a llamar a esta área según una de las tribus celtas con la palabra Bohemia, que literalmente significa «tierra de boyas». Los eslavos comenzaron a asentarse en la zona durante los siglos V y VI debido a la migración de las naciones. En el siglo IX, los checos formaron un solo estado. Reino Checa ganó mayor fama en el siglo XIV, cuando el Sacro Emperador Romano Carlos IV eligió Praga como la ciudad capital. Carlos demostró ser un diplomático, estadista, visionario y organizador competente. Durante su reinado, Praga floreció. El prestigio internacional también fue asegurado por la fundación de la Universidad Latina (1348), la primera al norte de los Alpes y al este de París.

Carlos IV mantuvo muy buenas relaciones con el papa y la iglesia católica. Se convirtió en un importante coleccionista de reliquias católicas, y por otro lado, prohibió traducir la Biblia al checo y al alemán. Poco después de su muerte sin embargo Juan Hus, comenzó a promover las ideas del escritor bíblico inglés John Wyckliffe en la Universidad de Praga, finalmente, Hus fue quemado como un hereje. Desafortunadamente, sus partidarios radicales, llamados husitas, no se adhirieron a la Biblia, por el contrario, iniciaron una guerra civil religiosa de larga data en el país, que diezmó el reino checo económica y culturalmente.

Biblia de Kralice, edición del 1596

Una de las pocas personas que habló abiertamente contra la violencia religiosa fue el promotor laico de la Biblia Petr Chelčický. Su voz fue escuchada por un pequeño grupo más tarde conocido como la Unidad de Hermanos (Latin Unitas Fratrum). La mayoría de los gobernantes checos los persiguieron por su fe, mas los estudiosos de la Unidad de Hermanos amaban la Biblia y, a pesar de las prohibiciones, decidieron traducirla completa de los idiomas originales al checo. Su Biblia de seis volúmenes de Kralice (1579-1593) tiene un valor similar a la cultura checa de hoy en día, al igual que la Traducción King James (1601-1611) para los lectores de la Biblia en inglés. La Unidad de Hermanos también trae muchos métodos de enseñanza, que luego fueron popularizados por Johann Amos Comenius, llamado el «maestro de naciones».

Como resultado de la Guerra de los Treinta Años (1618–1648), todas las iglesias no católicas en la Chequia fueron prohibidas, la Unidad de Hermanos ha desaparecido por completo. Durante el siglo XIX, cuando comenzó a producirse la liberación religiosa, los Checos se sintieron confundidos, asqueados y estaban cada vez más inclinados a creer a su manera y fuera de las instituciones religiosas. Esta tendencia se intensificó gradualmente. Hoy, los checos son a menudo descritos como ateos, pero este es un término inexacto. Un número significativo de la población checa, cree que «hay alguien superior, por encima de nosotros». Varias formas de espiritismo también son populares entre la población, y muchos otros simplemente, no consideran de importancia los asuntos religiosos. Paradójicamente, en lo más profundo de muchos de los checos, las cuestiones morales yacen dormidas, después de todo, el lema oficial de la República Checa tiene un origen religioso: «La verdad prevalece».

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Idioma

El idioma oficial es el checo. Con la mayoría de los jóvenes puede comunicarse en inglés. Varias palabras del idioma checo se han tomado para uso internacional, por ejemplo, la palabra «dólar» proviene del «tolar» local, una moneda de plata acuñada en la antigua Chequia durante el siglo XVI. «Pilsner» es un tipo de cerveza que se elaboró por primera vez en la ciudad checa del mismo nombre, «robot», palabra checa usada para describir «trabajo duro».

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Comida

La cocina tradicional checa tiene un carácter centroeuropeo específico. Los platos checos verdaderamente «clásicos» incluyen sopas espesas con guarnición, varios tipos de salsas con guisos y verduras hervidas o guisadas. El menú tradicional consiste en sopa, plato principal y postre (dulce).

Las salsas checas son espesas y abundantes. Se elaboran a base de grasa, verduras y harina, en ocasiones crema de leche. El plato incluye una guarnición llamada knedlík. En realidad, es una masa hecha de harina especial, cocida y cortada en rodajas. Los turistas extranjeros a veces tienen la impresión de que este es un tipo especial de pan. De hecho, no hay necesidad de tomar el knedlík con la mano, puedes usar cómodamente cubiertos para cortarlos y remojarlos en las salsas. Entre la variedad de menús tradicionales tenemos, por ejemplo: solomillo de ternera en salsa (rosbif con un tipo especial de salsa, crema de leche y knedlík) o asado de cerdo con knedlík y repollo (rojo o blanco).

Los checos pertenecen a aquellas naciones que comúnmente recolectan hongos silvestres en los bosques. En los restaurantes puedes saborear sopa de champiñones.

Puedes probar también algunos postres checos tradicionales típicos de algunas regiones. Los pasteles dulces y las donas han sido muy populares durante siglos, tiempo atrás fueron elaborados solamente para eventos especiales, como bodas y varias celebraciones importantes, hoy están a la venta durante todo el año. Los pasteles pueden estar rellenos con mermelada de frutas, requesón, pero para sorpresa de muchos extranjeros también con semillas de amapola, que es muy popular en la República Checa. No, no necesitas preocuparte. El pastel dulce de amapola ciertamente no contiene ningún opiáceo.

Entre los postres de confitería checos más populares de fechas más recientes también se encuentran, la corona rellena con puding de vainilla, ponche de frutas con licor, o el cono de chocolate con licor.

Como postre (no dulce), debemos mencionar un «sándwich» especial preparado localmente. La invención se remonta a 1916, cuando una tienda de delicatessen de Praga recibió la siguiente orden: “Los canapés son demasiado pequeños, el sándwich demasiado grande. Quiero algo para dos o tres bocados”. De esta manera se creó el refrigerio perfecto: una rebanada de pan decorada de forma atractiva con una variedad de ingredientes (huevo, salchicha, queso, verdura, etc.). Puedes comprarlos en cualquier tienda de delicatessen, pero también en varias cafeterías. Otra delicia en Praga son los llamados «italianos». Es una salchicha especial, hecha a base de carne de res condimentada con especies, y a diferencia de los otros tipos de salchichas que son ahumadas, ésta se cocina.  A finales del siglo XIX, una salchicha de origen italiano comenzó a ser producida con gran éxito en Praga el «talián».